Nació en Mar del Pata, vivió su infancia en Bariloche y luego se repartiría entre Buenos Aires y La Pampa. Comenzó su carrera artística en los años 80’ en la actuación, por ese entonces se presentaba en los típicos lugares del underground porteño, como el Café Einstein, Cemento o el Parakultural. Tuvo papeles en algunas películas independientes, pero la carrera como actriz no sería prioridad, su inquietud artística la llevó a otras vertientes como la música, donde además podía volcar su otra pasión: La escritura. Es así, que a principios de los 90’ fundaría la mítica banda de rock alternativo Suárez. Fue la voz de la banda, fue su líder y fue su corazón. Allí, junto a su pareja de por aquel entonces, abrirían camino a un nuevo sonido en el mundo del rock, lleno de frescura y desparpajo adolescente. Pioneros de un movimiento, que años más tarde, se replicaría en otras bandas. Lo novedoso y original era la combinación de un sonido “noise”, de guitarras estridentes (como Sonic Youth, Dinosaur Jr. o Pixies), con la voz sumamente melódica, arrabalera y desgarradora de Rosario. Eran épocas de experimentación donde Suárez, además destacaría por sus letras, en su mayoría escritas por Bléfari y de una belleza poética abstracta inédita, uno de los sellos indiscutidos en su carrera. “Sentados me acerco, te digo lo que no quería / El falso ladrido, la hora del hogar / El mar que se llevó el balde adentro, adentro” (Suárez, 1995). Suárez fué también una banda que abrazaría la autogestión, la independencia artística, lejos de las discográficas y del éxito de masas. Además, era un grupo liderado por una mujer en una década donde el rock estaba dominado por hombres “Mi vida del rock no se parece para nada a la de las películas de rock, tal vez porque yo estoy ahí, y soy una mujer y soy la líder de mis bandas. En todo caso soy la prueba de que hay otro mundo del rock que existe hace rato y tiene menos prensa porque no pertenece al imaginario conservador del rock”. (Bléfari, 2019). Con Suárez editó 4 discos (Hora de no ver, Horrible, Galope y Excursiones), en ellos se vería una evolución hacia el sonido más pop, folk y no tan punk como en sus comienzos. Luego de diez años de recorrer el país y algunas giras por Chile y España, la banda se separaría para dar comienzo a su carrera solista. Como anécdota personal recuerdo uno de sus últimos shows, donde Rosario embarazada de varios meses, subiría al escenario a desplegar una performance súper enérgica y empoderadora. Era el fin de una era y el comienzo de su consagración como artista.